El Senado de EE UU ha despejado esta noche (madrugada en España) el último obstáculo procedimental que impedía que el millonario plan de estímulo económico ideado por el presidente Barack Obama -cifrado en 827.000 millones de dólares- fuera sometido a votación por la cámara alta. El plan finalmente será votado este martes.
Con 61 votos a favor, uno más de los que se necesitaba, y 36 en contra, el Senado ha aprobado proceder este martes a la votación definitiva del plan, que será armonizado con el que salió de la Cámara de Representantes el pasado 28 de enero, con el fin de enviarlo a la Casa Blanca a más tardar este viernes.Tres republicanos votan a favorLa votación de hoy pone de relieve la profunda división que lastra el trabajo de las dos cámaras del país, pese al llamamiento a la colaboración realizado por Obama, informa The New York Times. Los senadores Susan Collins y Olimpia J. Snowe, de Maine, y Arlen Spencer, de Pensilvania, que representan el nuevo centrismo dentro del Partido Republicano, votaron a favor del plan junto a los 56 senadores demócratas y a otros dos independientes que habitualmente prestan su apoyo al partido de Obama."Estoy orgullosa del trabajo bipartidista que hemos llevado a cabo durante los últimos 10 días", ha expresado Collins, uno de los tres votos cruciales republicanos. "Como el resto de las leyes, éstas no es perfecta, pero puede servir para crear nuevos empleos y afrontar la crisis que afecta a nuestra nación", ha añadido.Durante el debate de hoy, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha instado a los republicanos a que permitieran agilizar la votación final de la medida, dada la gravedad de la crisis económica. "Todos esos millones de estadounidenses que están sin trabajo; todas esas familias que están luchando por no perder sus casas y haciendo todo lo posible para hacer rendir sus ingresos; todos ellos se merecen escuchar cinco palabras del Congreso: la ayuda viene en camino", ha asegurado Reid.El líder demócrata ha reconocido, sin embargo, que el proyecto de ley ante el Senado no es una panacea para todos los males que aquejan a Estados Unidos, especialmente cuando se trata de un problema que heredó la adminisración Obama.Por su parte, el senador Edward Kennedy ha destacado que la clase política no necesita más indicadores económicos para percatarse de la seriedad de la crisis, si bien la pérdida de 598.000 empleos en enero pasado, según él, confirma que la economía estadounidense "permanece en caída libre".
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